Entrevista a Vicenç Furió, historiador del arte y coleccionista de grabado antiguo
Antes
que a Vicenç Furió conocí su colección, hace ya ocho años, en
una exposición en Girona titulada “La imagen del artista: grabados
antiguos sobre el mundo del arte”. Mi interés por el grabado
antiguo era entonces muy genérico, y no iba mucho más allá de los
grandes clásicos y sus series, me refiero a Goya, Rembrandt y
Durero. Más tarde, y gracias a este blog, reseñé otras
exposiciones de grabado antiguo, en las que en alguna ocasión Furió
se dirigió a mi para señalarme alguna imprecisión en mis textos, o
advertirme de alguna circunstancia sobre las obras expuestas que a un
experto coleccionista no se le escapaban. El año pasado, en la
biblioteca y el vestíbulo del Edificio Histórico de la Universidad
de Barcelona, tuvo lugar otra exposición de la colección Furió -
«El arte del grabado antiguo» - una exposición acompañada de la
presentación de un libro del mismo título. Esta vez si conocía la
colección y, tiempo después, cuando preparaba la exposición de
“Gráfica material”, propuse a Vicenç que colaborase en la
muestra cediendo unas obras de su colección: su reacción fue
inmejorable, enseguida se interesó por el proyecto y accedió ceder
tres magnificas estampas de su colección.
Vicenç
Furió es profesor de historia del arte en la Universidad de
Barcelona y ha publicado diversos libros, los dos ya citados sobre el
arte del grabado, y otros como «Ideas y formas en la representación
pictórica», “Sociología del arte” y “Arte y reputación”.
Grabado
Líquido no puede dejar pasar la oportunidad de entrevistar a un
historiador del arte que es además coleccionista de grabado, y
conocer sus motivaciones, pensamientos y proyectos:
1-
La primera pregunta es obligada, y tiene que ver con tu motivación
básica para coleccionar grabado, y no cualquier grabado, sino un
campo en concreto. ¿De donde viene esa pasión y cómo decidiste la
temática y periodo histórico de tus colecciones?
Mi
pasión por el grabado antiguo proviene, por un lado, de mi interés
por la historia del arte, que de hecho es mi profesión, y de mi
admiración por la obra de los grandes maestros. Creo que las dos
partes de la colección –la de estampas sobre el mundo del arte y
la de maestros de la historia del grabado- reflejan ambos aspectos.
También ha influido mucho en mi afición por el grabado como arte
coleccionable las posibilidades que ofrece a quienes buscamos el
contacto directo con la obras. Es un placer estético e intelectual
poder ver de cerca, tocar con los dedos y comparar una al lado de
otra, estampas de Durero, Rembrandt o Goya, artistas cuyo talento
admiro. Si hablamos de creadores de renombre, esto es posible en un
arte como el del grabado, un campo en que se pueden adquirir algunas
estampas de estos artistas a precios relativamente asequibles, lo que
sería imposible, a menos que se posea una fortuna, si se tratase de
pintura.
Por
otro lado, coleccionar es un proyecto, construir un proyecto con
sentido. Se viven emociones intensas, como cuando encuentras una obra
que buscabas o inesperadamente encuentras un grabado valioso en una
carpeta repleta de estampas. Ahora se compra mucho por internet, pero
durante años pasé muchas horas buscando grabados en carpetas de
comercios especializados de París, Londres o Roma, en librerías y
mercados de antigüedades. Con conocimientos puedes llegar más lejos
de lo que permitiría tu bolsillo, lo cual tiene sus riesgos, pero
también es un reto y una aventura. Coleccionar también es mostrar y
compartir. Al principio quizá con un grupo reducido de personas,
pero si tienes la posibilidad de exponer la colección, compartir el
valor de las obras con un público interesado es muy gratificante,
además de útil cultural y socialmente. Escribir sobre grabado,
organizar exposiciones, dar conferencias o clases sobre el tema, son
maneras de intentar despertar el interés por este arte y el modo de
apreciarlo. Es sorprendente el escaso conocimiento que hay sobre el
grabado incluso entre quienes les gusta o estudian la pintura. Lo
mismo podría decirte de la mayoría de galerías y subastas de arte
generalistas.
2-
Tu colección es en realidad dos colecciones, una muy específica
sobre el mundo del arte en el grabado antiguo y otra sobre grandes
maestros. ¿Alguna vez has imaginado una tercera colección? Si
tuvieses oportunidad de hacerla, ¿sobre qué sería?
Mas
bien diría que es una sola colección que tiene dos partes. No
pienso en una tercera parte, pero lo que sí me planteo es mejorar lo
reunido en algún aspecto o autor, siempre intentando adquirir
impresiones de calidad. Por ejemplo, me interesa mucho Rembrandt, y
creo que con estampas de este artista podría organizar una pequeña
exposición, si alguna institución se interesara en ello. También
podría organizar o colaborar en otras muestras sobre determinadas
temáticas o autores, cosa que he hecho en el pasado y podría volver
a hacer en el futuro. Añado que si se intenta abarcarlo todo es muy
difícil reunir una colección que sea significativa en un campo
específico, en otras palabras, que vaya más allá de reflejar el
gusto personal del coleccionista. Es por ello que con frecuencia se
limita el campo a determinada época, temática o autores. Es cierto
que el conjunto de estampas que he podido reunir relativas al mundo
del arte y del artista constituye una temática muy específica, pero
ésta era precisamente mi intención. Sólo conozco otra colección
sobre este tema que haya sido expuesta, y está en Estados Unidos.
3- El mundo del coleccionismo del grabado antiguo en España ¿Es algo concreto, con su propio circuito? ¿Os conoceis los coleccionistas, colaborais de algun modo, o es el coleccionismo una actividad muy individual?
Aquí
no hay un “mundo” de este tipo de coleccionismo, a diferencia de
lo que ocurre en países como Francia, Italia, Inglaterra, Alemania o
Estados Unidos. En España hay muy poca afición por el grabado
antiguo, más allá del coleccionismo de estampas de temas locales.
Si nos referimos a un coleccionismo de grabados de antiguos maestros
que implique una actividad continuada, pongamos de más de diez años,
y que con ello se hayan reunido centenares de estampas, conozco aquí
a poco más de media docena de coleccionistas. Este número
aumentaría si modificamos algo los parámetros o ampliamos la
cronología. Algunos coleccionistas nos conocemos personalmente, y si
no es así solemos conocer las colecciones por la difusión
particular o pública se hace de ellas. No todos, por ejemplo, han
querido o han podido exponer, ni están en las redes sociales; otros,
en cambio, están muy activos publicitándose en ellas. Para usar tus
propias palabras, creo que es cierto que el coleccionismo particular
es una actividad muy individual y que las colaboraciones son escasas.
En una ocasión intenté organizar una muestra colectiva. Propuse a
un museo un proyecto para organizar una exposición que reuniera una
selección de grabados relevantes de diversas colecciones
particulares del país, y así dar visibilidad tanto a este tipo de
coleccionismo como a determinados valores de la obra gráfica. No
interesó.
4-Podría
parecer que el coleccionismo privado tiene cierto caracter
antisocial, en la medida en la que el patrimonio artístico está en
manos privadas. Pero, por otro lado, tu labor como historiador, tus
libros y exposiciones, difunden la gráfica y los logros del grabado
histórico de una forma mucho más apasionada y decidida que
bastantes iniciativas públicas, centradas más en grandes nombres o
en otros campos del arte. Se podría interpretar que ese enfoque le
da a tu colección un perfil público de retorno a la sociedad, un
carácter didactico y de preservación y puesta en valor del
patrimonio. Según tu opinión, ¿qué importancia tiene el
coleccionismo privado en la preservación del patrimonio artístico?
¿Crees que es una actividad necesaria, o es algo de lo que solo se
tendría que preocupar u ocupar el estado?
Aprecio
mucho lo que dices en relación a mis libros y exposiciones, y a la
voluntad de divulgar y mostrar de un modo ameno y didáctico. Siempre
ha sido esa mi intención. Las exposiciones son lo más visible. Las
publicaciones de temas específicos lo son mucho menos, pero mis dos
libros sobre grabado son fruto de años de estudio y de trabajo, y
puede comprobarse que no se han escrito muchos con el mismo enfoque.
Sobre la importancia del coleccionismo privado en la preservación y
puesta en valor del patrimonio artístico, solo puedo subrayar que es
fundamental. Es una actividad importante porque el Estado y las
instituciones públicas no llegan a todo, ni todo les interesa, ni
creo que sea conveniente que se ocupen de todo. El sector privado
puede ser muy activo y positivo. Sería prolijo mencionar ejemplos en
los que gracias al coleccionismo de particulares se han salvado y
conservado obras que de otro modo se hubieran perdido para siempre.
Pero no me gusta generalizar. En ambos sectores –público y
privado- se dan actuaciones positivas y reprobables, y cuando se
mezclan sin transparencia es peligroso. Por supuesto es reprobable
que desde instituciones públicas se favorezcan descaradamente
intereses privados, o lo que es lo mismo, que a veces intereses
privados se cuelen en instituciones públicas porque en ellas no ha
habido los filtros de rigor y exigencia deseables.
5-
De tu colección, ¿cual es el autor o las estampas que destacarías?
Y ¿cual es esa estampa soñada o autor que no has conseguido incluir
en tu colección?
6- ¿Cuáles serían los criterios para valorar la calidad o importancia de un grabado antiguo?
Hay
que considerar diversos factores. Si hablamos de calidad artística,
el prestigio o reputación que tenga el autor del grabado es
importante, y ya señala un cierto nivel de expectativas. Sin
embargo, no todas sus obras serán iguales. Habrá que valorar una
por una sus cualidades técnicas, estéticas y expresivas, el lugar
que ocupan en la producción del artista y su relevancia en un
contexto histórico más amplio. Además, de algunas estampas pueden
conservarse pocos ejemplares, mientras que otras pueden ser bastante
comunes (y por lo tanto relativamente fáciles de encontrar). La
impresión puede ser magnífica o débil y defectuosa, y lo mismo
puede decirse de su estado de conservación. Lo que es indudable es
que el grado de rareza de la obra y el momento y la calidad de la
impresión son aspectos fundamentales. Las estampas más cotizadas
tienen en común que se encuentran entre las mejores obras de
artistas importantes, pero también que se trata de pruebas muy
singulares, tanto por el número de las que se conservan como por su
estado de conservación y calidad de impresión.
7-
En tu libro sobre grabado antiguo, en uno de sus apartados muestras
las marcas de coleccionistas en el reverso de las estampas. Eso me
hace pensar que existe tambien una historia del coleccionismo de
grabado y coleccionistas históricos o famosos. ¿Tiene Vicenç Furió
coleccionistas o colecciones de referencia?
Por
supuesto que existe una historia del coleccionismo de grabado y
grandes coleccionistas. Mis grandes colecciones de referencia són
públicas. He aprendido y he disfrutado mucho en la Print Room del
British Museum, por ejemplo, en donde he trabajado en diversas
ocasiones. Es un gabinete excepcional. También hay colecciones
particulares magníficas, como la de entalladuras al claroscuro de
George Baselitz. Por lo que se refiere a poseer estampas que han
pertenecido a otros coleccionistas, se siente algo especial al
participar de esta cadena de amantes del arte que a lo largo de los
siglos han conservado y admirado una obra concreta que ahora forma
parte de tu colección. Es emocionante, por ejemplo, tener una
estampa que formó parte de la colección de Pierre Mariette, quizá
el más destacado connoisseur de grabados del siglo XVIII, o bien un
aguafuerte de Rembrandt que estuvo en la colección de Georges
Björklund, uno de los mayores expertos en la obra de este artista.
8- Te has referido a colecciones públicas como la del Museo Británico, y en España, ¿qué puedes decir de la Biblioteca Nacional y de la Calcografía?
Aquí
la institución de referencia es la Biblioteca Nacional, que posee
una amplísima colección de estampas de todas las escuelas y épocas
(más de 100.000), destacando las de la escuela española, aunque sus
fondos no alcanzan ni de lejos los de la Biblioteca
Nacional deFrancia,
que es la colección pública más antigua de Europa, que conserva
unos seis millones de estampas, o la del Departamento
deDibujos y Grabados del Museo Británico,
que tiene unos tres millones. La Calcografía Nacional de Madrid
conserva la mayor colección de planchas calcográficas del país, y
su tesoro es que custodia la casi la totalidad de las planchas
grabadas por Goya. En Catalunya, del MNAC
destacaría su colección de estampas de Fortuny, que provienen
directamente de la família del artista.
9-
Una colección es algo que se construye en el tiempo, una pasión de
muchos años que comporta investigación, atención, conocimiento e
inversión de tiempo y dinero. Una vez la colección tiene una
entidad parece lógico que el coleccionista desee que esa colección
perdure más allá de él, como un patrimonio significativo. ¿Alguna
vez te has planteado que destino puede tener tu colección, o
preferirías quizá que esta se disgregase y otros coleccionistas
pudiesen disfrutar añadiendo estampas de tu colección a la suya?
Una
colección de grabado, seamos realistas, es algo mucho más modesto
que una colección de pintura de autores de renombre, pero es lógico
pensar en lo que dices. Otra cosa es ver claro cual es la mejor
opción. De entrada uno puede pensar que para que una colección
perdure más allá del coleccionista, lo ideal es que de algún modo
pase a un museo o institución pública. Probablemente. Sin embargo,
imaginemos a un coleccionista cuyas instituciones más cercanas no se
interesen por el tipo de obras que ha reunido, no las valoren
demasiado, no tengan sobre este tipo de obras sus fondos bien
catalogados y casi nunca los exhiban, por problemas de presupuesto o
por lo que sea. Es comprensible que el coleccionista llame a otra
puerta donde lo que tiene sea más apreciado.También entiendo
perfectamente a quien prefiere que su colección vuelva a pasar a
manos privadas. Se disgrega, sí, pero quizá es más probable que la
mayoría de obras pasen a manos de otros coleccionistas que las
conserven y aprecien como nuestro coleccionista hizo en su momento.
Da que pensar. En cualquier caso, las instituciones públicas harían
bien en estar más atentas a las colecciones particulares de una
cierta relevancia.
10- Con motivo de la inauguración de Gŕafica Material nos contaste que en realidad, y aunque no sean prácticas frecuentes, existen en la historia del grabado precedentes o prácticas que nos podrían hacer pensar que hay formas del grabado contemporáneo que no son tan novedosas. ¿Hasta que punto, y según tu opinión, existen precedentes de prácticas tales como la apropiación, la cita u otras que ahora consideramos propias de la Postmodernidad?
Digamos
claro que esto que ahora se llama apropiacionismo o cita son
prácticas que han existido siempre en la historia del arte, y, por
lo tanto, que no es nada radicamente nuevo. Los préstamos, para
decirlo de otro modo, de estilos, técnicas, iconografias y
soluciones a problemas artísticos son incontables, también en la
historia del grabado. Podríamos mencionar los préstamos y citas de
Durero a Van Leyden, de docenas de grabadores de los siglos XVI y
XVII, entre ellos Rembrandt, a Durero. Castiglione tomó prestado de
Rembrandt estilos e imágenes, Goya hizo lo mismo con los grabados de
Rembrandt y de los Tiepolo, y la secuencia de préstamos que parte de
Fortuny y retrocede a Goya, Tiepolo, Rembrandt y Ribera es fácilmente
identificable. Un caso muy interesante y menos conocido es la serie
de seis planchas que grabó poco antes de 1600 Hendrick Goltzius
imitando los diversos estilos de otros artistas, como Van Leyden,
Durero o Barocci, pero sin llegar a ocultar el suyo propio. Es un
logro de apropiación técnica, estilística y conceptual
extrordinario. En el grabado actual, he observado el interés que
existe en crear pruebas únicas sin dejar de aprovechar las técnicas
de un procedimiento que en principio permite multiplicar las
imágenes. Algo parecido hizo Giovanni Benedetto Castiglione en el
siglo XVII con sus monotipos, o Edvard Munch en 1900 con sus
xilografías en color.
11-
Me ha llamado la atención, en una de tus respuestas, la importancia
que concedes a las cualidades técnicas y materiales del grabado
antiguo, hablabas de tocar el papel, valorar la calidad de la
impresión, etc., aspectos que no parece que se valoren mucho en el
arte contemporáneo.
12- Un coleccionista como tú, centrado en el grabado antiguo, ¿Qué atención presta al grabado contemporáneo? ¿Alguna vez has imaginado una colección Furió de arte -o grabado- Contemporáneo?
Me
gusta el grabado contemporáneo y le presto atención. Tengo en casa
estampas modernas al lado de estampas antiguas. En la exposición
“Gráfica Material”, por ejemplo, vi obras muy interesantes, y no
de un solo artista, sino de la mayoría. Era una selección
estupenda. Creo que hay mucha pasión entre los artistas actuales que
se interesan por el grabado, y también mucha creatividad. Otra cosa
es que, como estudioso y coleccionista, aplico el conocido refrán
“quien mucho abarca poco aprieta”, y mis gustos y preferencias,
quizá también por ser historiador del arte, se decantan, de
momento, por los grandes maestros del grabado antiguo.
Y
hasta aquí la entrevista. Para acabar, y para quien quiera ampliar
su conocimiento sobre la colección Furió, podéis hacerlo visitando
su web: http://www.coleccionfurio.com/index.php
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