ESTAMPA 2013

Hacia tres o puede que cuatro años que no iba a Estampa, desde la última edición en la que era una feria de grabado en retroceso, cuestionada por su singularidad. En mi recuerdo cada edición se parecía, y desde que la Feria dejó su ubicación anterior al palacio de cristal, los recintos siempre eran demasiado grandes para el nº de expositores. El recinto actual, Matadero, me ha parecido un acierto:


El recinto es muy grande, con una arquitectura de ladrillo digna de verse



Y aquí la entrada a la parte expositiva de galerías


Para entrar en faena, un enlace a la web de Estampa

Lo primero que hay que decir es que, tal como me advirtieron y como la propia organización publicita, Estampa ha cambiado. Pero a mi, más que los cambios conceptuales, me ha sorprendido el tamaño: Estampa se ha encogido mucho. La crisis sin duda, pero no solo la crisis.

Los cambios de la organización en el enfoque se vienen produciendo desde hace años, aunque en los dos últimos  se hayan concretado en una dilución casi total de la identidad de Estampa. Recordemos que  en sus orígenes fue una Feria de grabado, donde, aparte de galerías, había instituciones, proveedores y exposiciones asociadas al evento. El carácter especializado de la Feria, que tomaba como referencia un sector productivo (donde hay espacio para productores, distribuidores y proveedores) supongo que tuvo desde un principio una cierta oposición por su especificidad, y poco a poco se han impuesto sus detractores.

 Un repaso:

Lo primero que cayó en Estampa fueron los proveedores, porque Estampa tenía Stands de fabricantes de tórculos, papel y tintas. También había tiendas especializadas más generales, con herramientas, matrices, papeles y catálogos completos de todos sus productos. Para mi, como productor, un placer y una oportunidad para conocer y comparar...   Pero ¿En que feria de Arte importante se ha visto algo así? Creo que a una pregunta de este tipo debemos los primeros cambios de Estampa. Y  probablemente así se prescindió  de esta óptica sectorial donde el asistente a la feria puede ser el productor. Seguidamente se prescindieron de todas las instituciones locales, porque en Estampa se podían ver una gran cantidad de municipios locales que tenían en sus escuelas de Arte talleres de grabado. Debía parecer muy provinciano. Así que fuera. Bien, quizá exista otra razón para que no estén, pero a mi me dio esa impresión.

Paralelamente se fue ampliando la definición de los contenidos. De grabado a Arte múltiple, primero potenciando la fotografía y el vídeo, para más tarde acoger cualquier posibilidad de múltiples, hasta llegar a la curiosa pirueta del estado actual, donde las galerías ya pueden llevar Obra única: podéis ver la sección DRAWNING UP ESTAMPA, que en los pasillos de la feria se tradujo en la presencia en las galerías expositoras de dibujos. Y algunos de estos dibujos fué de lo que más me gustó de esta edición.

Impresionante dibujo de Ruth Morán, en la Galería Ángeles Baños



  Calidad de contenidos aparte -porque con  esto lo que planteo no es la calidad del contenido-de esta manera podríamos dar como finiquitada la singularidad inicial de Estampa.

Esta ampliación continua de posibilidades no se ha reflejado en una pareja ampliación de expositores. La crisis, si, pero no solo la crisis. Cierto que hay Galerías que participaron durante muchas ediciones que han desaparecido. La sevillana galería Nuevoarte por ejemplo cerró el año pasado. Y  habrá otras que no han de poder pagar un Stand. Pero también pienso que en esta merma de participantes hay otra razón:  Si una galería de obra gráfica ve como Estampa ya es una feria de arte contemporáneo como cualquier otra, entonces ¿Por qué ir a esta feria y no a otra? Así que Estampa, en mi opinión, ha prescindido de las galerías que durante años apostaron por este evento al desechar su peculiaridad principal.  Esto se podría extrapolar al público. Si la feria tuvo alguna vez un público concreto, amante del grabado, este público ahora puede seguir visitando Estampa, si, pero como acudiría a cualquier otra feria... Cierto que ahora pueden acudir otros "públicos" distintos, pero, echando atrás la mirada, tanto cambio no ha supuesto ni más ni menos que antes, solo otra cosa, y más pequeña. Entonces ¿Por qué cambiar? ¿Quizá porque en España ya no hay ese público o ese coleccionismo especialmente interesado en la gráfica? ¿Quizá nunca lo hubo o no fue capaz de soportar las exceptativas de crecimiento que se ponen en todas las ferias de Arte? Recordemos este interesante dato: si quitamos el turismo, el público del arte en España es a la vez, y casi por entero, aquel que trabaja en el sector de la cultura. Es decir, el publico del arte apenas existe fuera del propio arte. Forzando un poco el dato, quizá el público del grabado es especialmente escaso, a pesar del uso que el grabado ha tenido en la decoración o el coleccionismo por su precio siempre más asequible que sus hermanos auráticos.


Serigrafía del inconfundible Keith Haring de 7000 €, no ilustra lo que quiero decir

Sobre la necesidad de una feria de grabado, o un evento similar en España, señalemos la reciente creación de Fig. Bilbao, justo hace dos años, el mismo intervalo en el que Estampa ha dejado de ser Estampa; señalemos también la pujanza de eventos como Arts Libris, que en su definición de contenidos incluye (y se refleja destacadamente en cada edición) las "Ediciones de Arte".  Puede que Fig. Bilbao se pudiese entender como una alternativa, un intento al menos, al hueco que ha dejado Estampa.

Pasemos a los contenidos de este año... Y hay que resaltar, para empezar, que después de lo dicho el grabado sigue siendo un argumento importante de Estampa. En un vistazo rápido pude comprobar como "Los viejos guerreros" siguen presentes. Stands como el de la Galería Eude, El taller de José Rincón, Taller del Prado, taller 2/69, Photosay Gallery, la Sala Gaspar, Obra gráfica original, Obra recent o Galleri MDA  centraban el grueso de sus propuestas en el grabado. También en las instituciones presentes, como Goya Fuendetodos, con sus últimos nuevos disparates o la Casa Velázquez con sus becados.

Los pasillos de Estampa, el primer día a primera hora donde se pueden ver...  Estampas!!



Hay artistas que han estado especialmente presentes. Este año Jaume Plensa ha sido el artista invitado, motivo por el que había una exposición  de 3 esculturas suyas. Impresionantes.








Y motivo por el que se podían ver entre los expositores ejemplos de sus incursiones en la obra gráfica.











Muy presente también Fernando Bellver y sus trabajos de apropiación Pop del grabado Japones, con sus collages y sus grandes formatos iluminados.


De su serie sobre los Ukiyo-e  Shunga


Bellver es un buen ejemplo de apropiacionismo Pop habitual en el Arte contemporáneo, que basa su efectividad en el comentario irónico de la historia del Arte, con diversa fortuna. Había otros ejemplos en la feria de esta tendencia:








La caja brillo en una de sus múltiples mutaciones


Otro tipo de comentario centrado en el metalenguaje que la historia del arte produce y reproduce en los artistas es el de la última serie de Joan Fontcuberta Deletrix, donde se señalan -entre otras cosas-  las semejanzas estéticas entre el informalismo y la censura a libros científicos o filosóficos acaecida en el pasado:


Fotografías de libros censurados

De Fontcuberta también un ejemplo de uso de Software libre en el Arte Contemporaneo, sus imágenes de imágenes:





En definitiva, y para resumir, Estampa me pareció cambiada, pero no tanto. Como siempre encontré en su visita obras que me gustaron, pero ha sido la visita en si lo que más me ha hecho pensar; y también como siempre encontré fuera de Estampa inspiración.  Así que para terminar os dejo un símbolo de Madrid con una intervención que dice mucho del momento político y económico actual.





Será la crisis, si, pero no solo eso.

Comentarios

  1. ¿Qué has querido decir con tu último comentario? ¿Que todo está en venta o/y que acabaremos comiendo madroños?

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    1. Hola Wasabi. Lo que quiero decir es que la crisis siempre es interpretada por una ideología que decide hacer unas cosas y no otras, y, en lo que se refiere a Estampa, que la menor participación de galerías no solo es fruto de la crisis sino también del rumbo conceptual que ha tomado la feria.

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  2. En mi opinión, una reflexión muy acertada sobre la última edición de Estampa. Es cierto que la crisis es una clara responsable de la reducción en el número de participantes en las últimas ediciones de la feria, y como dices, al introducir otras disciplinas en un intento de atraer nuevos visitantes, quizás se haya perdido algo de la esencia de la feria, también algo de congruencia. Hay otra crisis, que es la del interés por el arte y en concreto por la obra gráfica. Curioso en un país con una extensa tradición en el ámbito del grabado y con un repertorio de firmas de enorme calidad. Saludos.

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