Aura Líquida(3)

Como tercera vía quedan aquellos que lamentan la desaparición del Aura tal como se manifestaba en su entorno cultual, y juzgan la modernidad y la Postmodernidad como decadencias sucesivas en nuestra relación con el Arte. Así del culto pasamos a lo culto, y de lo culto a lo cultural. Del misterio máximo, de la imagen sagrada, a las imágenes canonicas -una jerarquía basada en unos criterios explicitos de calidad, en la referencia a un Canon- y por fin al las imágenes de valor igualado, sin jerarquia ni distinción alguna, en las que resulta imposible saber si estamos ante una reproducción o un original, imágenes Postauráticas. De este último grupo considero a Jean Clair  y en concreto parte de la argumentación que subyace en el libro El malestar en los museos . En este libro Clair  explica cómo el gobierno francés accedió a hacer de un modelo museístico que era un referente del significado de la cultura y de la obligación de un estado de conservarla y promoverla- El Louvre y la gestión de sus colecciones- otro modelo en el que el Louvre pasa a ser una marca que puede venderse y explotarse comercialmente. Clair arremete contra la mercantilización y espectacularización de las instituciones museísticas, contra su masificación desvirtuante y se lamenta de la pérdida de valiosas colecciones que no se han adaptado a estos nuevos tiempos.


Jean Clair


 Lo interesante sin embargo, y por lo que respecta a estas lineas Auráticas, es cómo Clair explica sus primeros encuentros con el arte -su percepción primero de lo sagrado y más tarde su percepción de lo que significa lo profano- y su opinión acerca de donde está el arte ahora y por qué. Aunque en ningún momento Clair emplee la palabra, lo que describe son experiencias auráticas, o su ausencia.

Jean Clair rememora para empezar la primera vez que sintió el impacto del arte, en la copia de un Matisse hecha por su profesor de pintura. Después nos cuenta también la primera vez que sintió, sin saberlo, la degradación de lo sagrado a lo profano: La profanación. Esta tuvo lugar en una iglesia, contemplando atónito una velada de Performances. Con este punto de partida Clair nos explica a través de varias comparaciones y distinciones en que radicaba el poder sagrado de las imágenes y cómo es que se ha degradado. La esperanza de Clair es que esta degradación se revierta recuperando la sacralidad perdida:

 "Sí, y sin embargo... El culto antiguo de las imágenes-me refiero al culto producido por las imágenes, no al culto que les rendimos a las imágens-sigue estando preparado para resurgir." (1)

 Leyendo sus argumentos, y sin que Clair nombre la terminología propia de Benjamin, es imposible no encontrar un paralelismo, un diálogo, por ejemplo en este fragmento:

"La razón de ser de una colección es el acopio del unicum. Res unica solaque. Una obra de arte no es un "producto" porque, precisamente, al contrario que los objetos de la industria, no puede ser "re-producida""  (2)

¿No es esto un argumento aurático? ¿Y no lo es este otro, donde Clair cita a Quatremere de Qunicy y que podríamos contrastar con el equivalente de Benjamin, en lo que respecta al significado contextual de los objetos artísticos?:

(La obra)  "Tampoco puede ser separada de la historia singular de la que es producto para ser transferida, deportada a un lugar artificial, creado por la decisión arbitraria del poder, y que llamamos museo. La obra permanece vinculada a su lugar y a su tiempo, y no puede ser desvinculada ni desplazada sin que su significado mismo resulte arruinado" (3)

Lo que Clair propone en definitiva es la recuperación del arte como algo sacral, algo que tendría que ser de un enorme significado, y que contrapone al estado actual del arte, que es, precisamente, insignificante:

"Pero nuestra impunidad  respecto a la fabricación de imágenes la pagamos al precio de nuestra impotencia. Las imágenes que creamos,reproducimos, difundimos,exportamos y exponemos son infinitas, sin límite y sin ley, pero solo en la medida en la que se han vuelto, a nuestros ojos, inofensivas e insignificantes." (4)

Ni que decir tiene que en el panorama del Arte Contemporaneo una postura como la de Clair resulta enormemente chocante. Se le acusa, de un modo parecido a como se hace con Robert Hughes, de conservador o reaccionario, pero una propuesta de este tipo creo que está más allá de estos estereotipos.



Finálmente, y después de leer a Walter  Benjamin y repasar algunas de las principales interpretaciones posteriores de su libro La obra de arte en la etapa de su reproductibilidad técnica, cabe preguntarse a uno mismo si eso que llaman Aura está dentro de los fenómenos experimentados en la actualidad cuando contemplamos Arte. Sin llegar a extremos como el mal de Stendhal , trístemente reducido por algunos a una excesiva torsión de las cervicales, la respuesta podría seguir siendo que si.

El David, una de las obrtas y los lugares, los Uffizi, propios de este mal.

En Internet, si se investiga sobre la opinión que gente corriente aficionada al arte da sobre este tema parece claro que muchos siguen sintiendo el peso del Aura como algo real y presente en la recepción de la obra, y precisamente ponen ejemplos de grandes iconos de la historia del arte, como el David de Miguel Angel, y de lo que sintieron cuando estuvieron ante ellas.

Casualmente estuve en  Florencia en viaje de fin de curso con 17 años, por lo que ligado a mi descubrimiento del Arte está Florencia y los Uffizi. El David de Miguel Angel, El Nacimiento de Venus de Botticelli u otras obras menos conocidas de pintura y escultura me impresionaron mucho, incluidos unos grabados de Piranesi, sus cárceles.




Parece que ahora  tuviesemos que averiguar si el Aura permanece presente en nuestra experiencia estética como algo sólido o como algo líquido, como algo que va y viene según el momento o como algo que solo se percibe por su ausencia, por el hueco que ha dejado. La relación clara entre lo que es una reproducción, una copia y un original está relacionada con como percibimos el Aura, El unicum diría Clair;  Y de nuevo la disolución de las fronteras y la declaración de una Postaura en un contexto de Modernidad progresista ha propiciado una reconsideración crítica y reflexiva que nos ha llevado a pensar que la experiencia aurática no desaparecerá a pesar de su fragmentación. Muy al contrario, vemos incluso que hay quien llama incluso a su urgente recuperación.  Al mismo tiempo esta recuperación/reivindicación podría ser el canto de cisne del Aura, derrotada por fin por los medios de reproductibilidad  no ya mecánicos, sino digitales.


(1) Clair, Jean. El malestar en los museos. Ediciones Trea. Asturias 2011. pag 21.
(2) Ed. cit. pag. 51.
(3) Ed. cit. pag. 68.
(4) Ed. cit. Pag. 89.

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